Por Ernesto Flores
8 Nov 2021
Uruguay-Argentina
GPC

De los 60 partidos oficiales frente Argentina, 28 se jugaron en el estadio más antiguo de América.

Contrariamente a lo que muchos puedan pensar a priori, Uruguay mantiene una clara ventaja sobre los albicelestes actuando como locatario. De los 60 partidos oficiales disputados hasta ahora, la celeste se ha alzado con el triunfo en 30 ocasiones -un 50%- y de los restantes 30, en 17 se ha registrado un empate y solo 13 han sido las victorias argentinas. Si nos remitimos a los duelos acontecidos este siglo, los números también favorecen a los charrúas, que ganaron dos de los últimos cinco, en otros dos se registró un empate y la única caída fue el 14 de octubre del 2019. Todos estos partidos se disputaron en el marco de las Eliminatorias mundialistas.

A lo largo de la historia, uruguayos y argentinos han dirimido sus luchas en seis diferentes escenarios cuando a Uruguay le tocó oficiar de local: Albion, Gran Parque Central, Belvedere, Parque Pereira, Estadio Centenario y Parque Artigas de Paysandú. Si nos centramos en lo que hace a partidos oficiales, la cifra se reduce a cuatro: Gran Parque Central, Belvedere, Parque Pereira y Estadio Centenario.

Uruguay en Albion

“El terreno de juego estaba ubicado sobre la avenida 19 de Abril, aproximadamente entre las actuales calles Adolfo Berro e Irigoitía. A sus fondos corría un pequeño arroyo, el Quitacalzones, que vertía sus aguas en el cristalino y a veces caudaloso Miguelete” (1)

La cancha del Albion FC fue inaugurada en 1899 y, en ese entonces, se consideraba una de las mejores del continente. En este terreno se disputó el primer encuentro internacional interclubes, que enfrentó al dueño de casa con Belgrano Athletic Club el 1º de junio de 1899, el primer partido por la Copa Uruguaya también se realizó en este estadio y fue aquí donde la selección uruguaya inició su serie de enfrentamientos con Argentina, cayendo derrotada por 6 a 0 el 20 de julio de 1902. Este fue el único partido entre los rivales del Plata que tuvo como escenario este campo de juego del Paso Molino.

Anteriormente se había disputado un encuentro entre un combinado de Argentina y Albion, reforzado con algunos jugadores tricolores, pero ni AUF ni AFA validan este partido como un enfrentamiento entre sus seleccionados.

El encuentro al que hacemos mención, el de la derrota del 20 de julio, fue el primero de una serie de amistoso pactados entre ambas Ligas. Tras esa derrota apabullante y ante la negativa de la casi totalidad de los integrantes de la Liga Uruguaya a disputar la revancha, es que Nacional se viste de Uruguay el 13 de setiembre de 1903 y logra la primera victoria internacional de la celeste.

Era cuestión de tiempo nomás para que los colores patrios buscaran albergue en el escenario del club que se cobijó desde el inicio en la enseña artiguista. El mismo club que le dio a la selección su primer triunfo internacional ante, precisamente, el combinado argentino.

Uruguay en el Gran Parque Central (Parte 1)

El primer encuentro oficial disputado en Uruguay entre las dos asociaciones se jugó en el estadio tricolor el 15 de agosto de 1906. Fue la revancha del empate a cero por la Copa Lipton, partido que había tenido lugar en Buenos Aires, en el Estadio de la Sociedad Sportiva Argentina un año antes y fue victoria albiceleste por 2 a 0. La que sería por muchos años la casa de Uruguay, no comenzó con buen pie su historial, pero eso pronto habría de cambiar.

A este primer enfrentamiento le siguieron otros dos, uno por la Copa Newton de 1907 y el restante por la Copa Lipton 1908. Los partidos se saldaron con una derrota y un empate respectivamante. Uruguay no conseguía afirmarse aún en el escenario que se habría de transformar en su feudo hasta la aparición del Estadio Centenario pero, tras un breve paréntesis en Belvedere, la selección iniciaría su época más gloriosa, pisando fuerte como locatario en la Quinta de la Paraguaya. La celeste se inició como leyenda en el predio donde Artigas se erigió también en leyenda.

Uruguay en Belvedere

Belvedere, barriada ubicada al norte casi despoblado de Montevideo en aquel entonces, fue fundada por el empresario Francisco Piria. Es allí donde se asienta Wanderers en la primera década del siglo XX, inaugurando su estadio el 4 de julio de 1909. Apenas unos meses después, la selección recibe a Argentina en este escenario, en partido correspondiente a la Copa Newton, encuentro que culmina empatado en dos tantos. Casi un año después, el 15 de agosto de 1910, Uruguay obtiene su primer triunfo oficial como locatario ante Argentina. Dos encuentros más habrían de enfrentar a uruguayos y argentinos en Belvedere, ambos laudados con victoria albiceleste: un amistos, el 3 de abril de 1911 y, lejano en el tiempo, cuando ya el Gran Parque Central era el reducto habitual de los celestes, se disputa en Belvedere el duelo por la Copa Premio de Honor Uruguayo, encuentro que finaliza con victoria de los argentinos por 1 a 0.

En resumen, en Belvedere la selección disputó 4 partidos, de los que ganó uno, empató uno y cosechó dos derrotas. Si nos centramos en los encuentros oficiales, Uruguay en Belvedere “quedó en tablas”, ganó un encuentro, empató otro y perdió el restante.

Uruguay en el Gran Parque Central (Parte 2)

Para 1911, luego de la primera reforma bajo la presidencia del Dr. José María Delgado, el Gran Parque Central era el mejor estadio de América, y Uruguay, de la mano de Nacional, comenzaba a posicionarse como la mayor potencia del fútbol sudamericano.

En su retorno al estadio de Nacional, la celeste lo hace con derrota, en partido correspondiente a la Copa Newton, pero pronto se recupera e inicia un camino de victorias resonantes ante los albicelestes, que incluyen la mayor goleada propinada al clásico rival – 4 a 0 en un encuentro amistoso el 27 de abril de 1913 – y la mayor cantidad de goles anotados ante Argentina – 5 goles en la victoria 5 a 4 del 13 de julio de 1913-, también en un partido amistoso.

En este segundo período del Gran Parque Central como anfitrión uruguayo -que se ve interrumpido brevemente por la disputa de la Copa Premio de Honor Uruguayo en octubre de 1916, disputada en Belvedere – Uruguay corona su mayor racha de partidos consecutivos sin perder hasta ese momento -cuatro- y logra imponerse ante Argentina en diez ocasiones, logrando un empate y contabilizando cuatro derrotas ante los albicelestes.

Uruguay en el Gran Parque Central (Parte 3)

Tras el breve impasse ya mencionado, cuando los celestes disputan y pierden en el estadio de Wanderers, a manos de los argentinos la Copa Premio de Honor Uruguayo, la selección vuelve al Gran Parque Central para disputar tres partidos, entre octubre de 1916 y setiembre de 1917, ganando dos de ellos (Copa Círculo de la Prensa y Copa Newton) y perdiendo el restante, por la Copa de Honor Uruguaya. Se abre un período de supremacía charrúa en un nuevo escenario: el Parque Pereira.

Uruguay en el Parque Pereira

El 14 de octubre de 1917, Uruguay se enfrenta por primera vez a Argentina en el estadio que será su residencia por poco más de dos años: el Parque Pereira.

Este escenario fue construido para albergar la Copa América de 1917, estaba bajo la tutela de la Comisión Nacional de Educación Física y “se convirtió en el primer campo neutral del fútbol de entrecasa, además del mayor escenario del país hasta la inauguración del Estadio Centenario. Todo ello, pese a una vida muy breve, porque en 1920 se desmanteló para crear en su lugar la Pista Oficial de Atletismo” (2)

La selección nacional nunca perdió en este escenario, fue un feudo inexpugnable para sus rivales. Argentina se fue derrotada en cinco de las siete ocasiones que visitó el Parque Pereira y apenas pudo lograr dos empates. En el estadio del viejo Parque de los Aliados, ante los hermanos platenses, Uruguay anotó 16 goles y recibió 7.

Uruguay en el Gran Parque Central (Parte 4)

Desmantelado el Parque Pereira, Uruguay recurre nuevamente a la que había sido su casa, donde había amasado triunfos, cosechado aplausos y visto fortalecerse a una generación de futbolistas aparentemente irrepetible. Pero faltaba la auténtica “década dorada” del fútbol uruguayo. Entre 1920 y 1930, Uruguay habría de conseguir cuatro Copas América (1920, 1923, 1924 y 1926) y se consagraría Campeón Mundial en tres ocasiones (1924, 1928 y 1930).

La Copa América de 1923, así como la de 1924, no solo las iba a conquistar Uruguay sino que, la totalidad de los partidos de ambos torneos se disputaron en el Gran Parque Central, que también fue el lugar de entrenamiento de los celestes durante el Mundial de Fútbol de 1930, por si faltaba algún detalle que evidenciara la preferencia de los campeones a la hora de elegir su fortaleza.

Entre el 18 de abril de 1920 y el 20 de setiembre de 1929, uruguayos y argentinos se enfrentaron trece veces en el Gran Parque Central. Seis de ellas terminaron con victoria celeste, en cinco el resultado fue de empate y tan solo en dos ocasiones los argentinos se retiraron vencedores.

En la sumatoria de los cuatro períodos del seleccionado charrúa como local en el estadio tricolor, enfrentando a Argentina, se registran 34 partidos jugados, repartidos en 18 victorias celestes, 7 empates y 9 derrotas. En lo que hace a encuentros oficiales, Uruguay ganó 15 de los 28 jugados (un 53,5 %) empató 5 (17,8 %) y cayó en las 8 restantes (28,6 %). Estos números colocan al Gran Parque Central en el segundo lugar entre los escenarios más favorables a la celeste, por debajo del Parque Pereira y por encima de Belvedere e, incluso, el Estadio Centenario.

Uruguay en el Estadio Centenario

Desde su inauguración, en julio de 1930 y con excepción de un amistoso disputado en el Parque Artigas de Paysandú el 10 de octubre de 1956, que finalizó con triunfo de la visita, uruguayos y argentinos se han enfrentado en el Estadio Centenario.

El actual Monumento al Fútbol Mundial, construido para ser la sede principal del Campeonato Mundial de 1930, albergó el duelo rioplatense en 42 ocasiones, 22 de las cuales fueron de carácter oficial.

A pesar de que ha transcurrido casi un siglo, la diferencia de la frecuencia con que se enfrentaban los rivales del Plata en los inicios, fundamentalmente, de un siglo y otro, dan una cifra de enfrentamientos favorables al Gran Parque Central si hablamos de encuentros oficiales y, porcentualmente, ya sea en carácter de oficial o sumando también los amistosos, la selección ha corrido mejor suerte jugando en el Gran Parque Central que haciéndolo en el estadio municipal.

De los 22 partidos de carácter oficial -ya sean FIFA, Conmebol o torneos AUF-AFA – jugados en el Centenario, Uruguay ganó 9, se registran la misma cantidad de empates y Argentina resultó triunfante en 4 oportunidades. En porcentaje, la celeste se quedó con la victoria en un 41 % del total, la misma cantidad para empates y un 18% de los partidos disputados culminaron a favor de los albicelestes.

Utilizando el actual sistema de 3 puntos para el ganador y uno por empate, Uruguay obtuvo, ante Argentina, por encuentros oficiales disputados en el Estadio Centenario, casi el 55 % de los puntos, mientras que, utilizando el mismo proceso para los partidos jugados como local en el Gran Parque Central, la celeste se quedó con casi el 60 %.

Lo que se viene

Desde el inicio de los enfrentamientos entre los seleccionados rioplatenses, Uruguay, como hemos visto, ofició de local en seis escenarios: dos municipales (Parque Artigas de Paysandú y Estadio Centenario), uno estatal (Parque Pereira, perteneciente a la Comisión Nacional de Educación Física) y tres clubistas (las canchas de Albion, Wanderers y Nacional), siendo de estas últimas la de Nacional la que albergó durante más tiempo a los equipos celestes, transformando, por extensión, la casa de Nacional en la casa de Uruguay.

Este 12 de noviembre, la selección se presenta en un nuevo escenario. Presencia que será efímera, porque el Estadio Centenario ya estará habilitado seguramente para el siguiente juego de los celestes.

El Club Atlético Peñarol tendrá la oportunidad de escribir un renglón en el historial de los escenarios celestes ante Argentina.

(1) Luis Prats, Montevideo, la ciudad del fútbol. Ediciones de la Banda Oriental, 2007

(2) Ídem

Ernesto Flores





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