Frula y carnaval

Soy Cocoeldelcamión. Leo decano.com desde 1999, cuando era la trascripción del Informe por el Decanato. Me conectaba a internet por teléfono. 09091234. Tuuuuuriruriruriiiiiiru.

Hoy tengo el honor de que me hayan invitado a escribir una columna en el sitio. El tema es que es una columna de humor. Andá a hacer reír a alguien después de quedar afuera de la pelea por el Uruguayo.

Andá a hacer reír a alguien después de que nos eliminó Garcilaso. Garcilaso!!! Qué es Garcilaso??

Desde 1999 hasta hoy, pasaron setecientas ochenta (780) semanas. O sea que los muchachos de decano.com tuvieron setecientas ochenta (780) oportunidades para invitarme a escribir una columna. Setecientas ochenta (780). Y justo se les ocurre cuando nos elimina Garcilaso. Menos timing que un cierre del Colorado Curbelo.
 

Unos amigos, eh. Como el Doctor Cesio y el Toto, más o menos. Terminaron los penales y a la bronca por otra chance desperdiciada en la copa se me sumaba la tristeza de esta pregunta: qué carajo escribo? Explicame qué carajo escribo, por favor. 

Llegué a mi casa y me fui derecho al sobre derrotado, en el oscurantismo absoluto, con el ánimo por el piso, sumido en las profundas y torrentosas aguas de la incertidumbre, devastado en espíritu y, por qué no, también en cuerpo, porque vengo sufriendo de la ciática hace un tiempo. Pero al otro día me desperté, hermano. Me desperté porque esto es Nacional y hay que estar. Y salí a caminar por La Blanqueada y con qué me encontré? Me encontré un barrio de FRULA Y CARNAVAL.

Se trata de un caso único en el planeta. En ningún otro país del mundo se encuentran barrios de frula y carnaval. Sólo en Uruguay. Sólo en Montevideo. Sólo en La Blanqueada. Sólo Nacional.

Y ahí me crucé con Marita, que estaba barriendo la vereda de frula con su escoba de frula. El viejo Julio, que se iba a su trabajo de frula en su bicicleta de frula. Pasé por la escuela y vi a los niños de frula, que le contestaban a la maestra de frula: -1x1? -Frula -2x1? -Es lo que hacen los m*nyas -3x1? -Frula -Muy bien, chicos de frula. Pueden salir de frula al recreo de frula. A veces uno no es consciente de lo que tiene, pensé. Pero en ese momento sí, papá. En ese momento estaba siendo consciente de que habitaba un barrio de frula. Un barrio de frula y carnaval, pero más que nada de frula. Porque el barrio La Blanqueada todo frula. El carnaval vino después. Casi como una consecuencia. 

Y ahí seguí caminando y tomando conciencia de la locura que es nuestro barrio: casas hechas de cocaína!! Kioscos, plazas, bares. Los kiosqueros, los bancos de las plazas, los mozos de los bares: todo es de frula. Todos y cada uno de nosotros, hinchas de Nacional, habitantes de La Blanqueada, somos de frula. Si hasta pasé por el Bolso Shop, miré bien el cartel y me di cuenta de que había cambiado su nombre a Bolsa Shop y vendía camisetas de frula!! No lo podía creer. De repente, se puso a llover. Y qué llovía? Llovía frula. En Jaime Cibils y Urquiza precipitaba en forma de merca. Los vecinos abrían sus paraguas de merca para evitar ser alcanzados por las gotas de merca. Qué tiempo loco, no?

Y enseguida salió el sol. En Monte Caseros y Garibaldi brillaba el sol de metabolitos de cocaína. Me distraje un segundo y pasó China Zorrilla, disfrazada de mujer-frula, regalando abrazos y abrazas a los niños y a las niñas del barrio y de la barria, con motivo de los 114 años del club. Que se dividen de la siguiente manera, me dijo Danilo Astori con una presentación de Power Point: 50 de faso, 12 de vino, 14 de pala, 19 de carnaval y 19 de frula. Intervenciones urbanas, les dicen ahora.

Si hasta pasó Neil Armstrong, el astronauta aquel que fue a la Luna, me agarró del brazo y me dijo: “escuchame, botija: lo de 'gran paso para la Humanidad' es mentira, lo primero que hice en la Luna fue graffitear 'frula y carnaval'" 

No entendía nada. Nada pero nada. Capaz que estaba viajando, no sé, pero seguí dando vueltas por el barrio y apareció Pierre Webo, que me dijo “Al Blanqueadah جبيرة والكرنفال Apu Nahasapeemapeetilon جبيرة والكرنفال abdullah frulah جبيرة والكرنفال ayatollah bin carnavalah”. Y al toque cayó Carlao. Frulinha e carnavalão. Y Ribery, que viene a jugar con Francia y anda por el Parque. Frulá et carnaval. Frulen und carnavalen. Fruli e carnavale. Frulum et carnavalum. Frulae et carnavalae. "Frula", del latín frulum o frulae, y "carnaval", del latín carnavalum o carnavalae, pilares del barrio La Blanqueatum o barrio La Blanqueaee. Enfermo de tanto delirio, miré al cielo, desesperado, y pregunté: cuál es la proporción de frula y cuál la de carnaval en La Blanqueada? 50% frula 50% carnaval? 75% frula 25% carnaval? No hubo respuesta. Dios no lo sabía. Yo no lo sabía. Nadie lo sabía. Nadie lo puede saber. Eshhh impossshible, diría Juan Carlos Pelotudo. Que también es hincha de Nacional. Porque en este país somos todos de Nacional.

Concluí que estaba loco. Que estaba loco y me tenía que internar. Fui hasta el CASMU de 8 de Octubre y el médico me dijo que la solución era que me pusieran un mercapasos. Un mercapasos!!! Era un médico de frula. Me fui del sanatorio y empecé a sentir que en mi vida había mucha frula y poco carnaval. O quizás mucho carnaval y poca frula. Me propuse tratar de equilibrarlo, porque tiene que ser FIFTY FIFTY.

Ahí está el secreto. Sólo los hinchas de Nacional podemos tener frula y carnaval en su justa medida. Porque como decía aquella propaganda de una bebida cola que nos auspició a fines de los 90 y comienzos de los 2000: si sos bolso, tomá frula. El carnaval siempre va a estar. Porque esto es Nacional, hermano. Y hay que estar. Siempre. Les dejo un tricolor abrazo que me tengo que ir a jugar un tutti fruli.

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