Por decano.com
25 Nov 2013
Cecilia

Indispensable sería bajar las revoluciones y saber analizar lo de hoy, que no fue poca cosa y cosa que por ahora yo no puedo aunque supongo que con el correr del tiempo, el tiempo hará su trabajo.

Impresionante el  nuevamente maravilloso recibimiento que hicimos.

Incomprensible el hecho de que los bancos estén cambiados porque ya no se gana más teniendo al línea al lado de uno, se gana haciendo las cosas mejor que el otro.

Increíble los goles que erramos al comienzo, cosa repetida desde que empezó el campeonato.

Inenarrable  la desatención que tuvimos después del empate.

Inexplicable que el técnico no haya visto las falencias del primer tiempo para corregirlas en el segundo.

Imposible ganar si no abrís la cancha. Imposible llegar con claridad a pelotazos.

Inentendible que juguemos sin punteros.

Inacabable la cantera nos está invocando para que la tengamos más en cuenta.

Insultante para cualquier organización que se precie de seria el espectáculo bochornoso de la tribuna del rival cosa que si sucediese en un país serio sería sancionada como corresponde y que no se soluciona no llevando mate y termo, un bolso o un papel.

Imparcialidad solapada la que tratarán de demostrar los periodistas de turno para hacernos creer que no están contentos mientras rasgarán sus vestiduras pidiendo perdón a todos los vientos por habernos dado por favoritos.

Impresentables la mayoría de las decisiones del árbitro.

Inadmisible que al final cuando tratamos de remontar y empatar no hayamos tenido ni una jugada clara.

Innombrable la provocación del capitán rival.

Inquietante lo que se viene, porque ya no depende solamente de nosotros.

Intransmutable el sentimiento de impotencia que nos invadió sabiendo que si bien es un partido que suma como los otros, no deja de ser un partido aparte que este año no se nos dio, especialmente sabiendo que seguimos regalando vidas a diestra y siniestra.

Incólume el amor de la hinchada.

Indiferencia de los que  debían ser los protagonistas, indiferencia la que vimos hoy en gran parte del partido, incongruente con la camiseta que se defiende, y si bien no serán juzgados como en la Divina Comedia donde los indiferentes corren tras una bandera sin color ni emblema, acá hay un emblema y una bandera con gloria y aunque en definitiva esto es solamente fútbol, si llevarán en su espalda el peso de saber que simplemente bastaba con estar un poco más involucrados esta tarde.

Indudablemente el próximo partido allí estaré invariablemente y mucho más allá de un resultado adverso.

Cecilia810


Cecilia 810

Cecilia es la lectura más esperada después de cada partido. Un bálsamo en los momentos difíciles y un tónico para acompañar la euforia




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