Estuve todo el partido presintiendo un gol en la hora.
Me imagino a Atilio sonriente mirando embelesado como el nuevo cemento se va erigiendo sobre la historia.
Domingo, tarde de primavera. Juega el bolso. Estoy acá.
¿Jugamos lindo? No. ¿Jugamos bien? Ehhh… ganamos.
Un gol solitario en una tarde cansina.
Miro al cielo y no caen goles, cae agua.
Subí globo, subí… Andá al cielo que ahora es más celeste que nunca y decile a ellos que desde acá, en este minuto de silencio, los estamos recordando.
Felices 120 años Club Nacional de Football. Descanse tranquilo Dr. Caprario.
Allá en lo alto, una bandera al viento.
Esa gente -que sos vos-, se mereció haber clasificado. Y por vos valió el 1-0, y como fuera.
¿Dónde más ibas a estar Abdón ? Esa copa que lleva tu nombre debía quedarse en casa.
El golazo canterano fue lo que nos levantó de ese asiento en un zapatazo de rebeldía y calidad.